Durante el día sin carro y sin moto que se llevó a cabo el día de ayer en Montería, un residente del barrio Cantaclaro demostró que la creatividad y el estilo pueden ir más allá de lo cotidiano.
Mientras la mayoría de los ciudadanos disfrutaban de un merecido descanso en casa, uno de ellos optó por un medio de transporte poco convencional: su fiel caballo.
En un día donde las calles de Montería respiraban aire fresco y limpio, este intrépido caballero se robó todas las miradas al galopar con elegancia por las calles de Cantaclaro. Con una sonrisa en el rostro, el hombre demostró que, cuando se trata de movilidad, «el que tiene plata se mueve como quiere».
La escena causó revuelo en el barrio, donde vecinos y transeúntes no podían contener las risas y los comentarios.