En Lincoln, Inglaterra, una joven madre vivió un momento insólito y angustiante cuando encontró a su hijo de apenas un año ingiriendo las cenizas de su abuelo. El pequeño, que había sido dejado solo por un par de minutos, logró alcanzar la urna que estaba en una estantería, la tiró al suelo y esparció el contenido antes de llevárselo a la boca.
La mujer, impactada por lo ocurrido, decidió grabar la escena y compartirla en TikTok, donde el video rápidamente se viralizó, acumulando más de 20 millones de reproducciones en pocos días. Las imágenes provocaron un sinfín de reacciones, desde comentarios de asombro hasta críticas por la falta de cuidado en un momento tan delicado.
Mientras algunos lo tomaron con humor, otros cuestionaron el impacto emocional y el respeto hacia la memoria del fallecido.