Luego de vivir 30 años en Países Bajos el médico radiólogo pediátrico Enrique Havinga ha vuelto a Medellín con un propósito especial: devolverle al hospital San Vicente Fundación parte de lo que recibió cuando era niño.
A los cuatro años, Havinga llegó al hospital con problemas de salud graves y, tras ser atendido, su familia biológica lo abandonó allí. Gracias a los médicos que le salvaron la vida, pudo ser adoptado por una pareja holandesa y construir una exitosa carrera en medicina. Ahora, regresa como especialista en radiología pediátrica, dispuesto a apoyar al hospital en medio de una difícil crisis por alta ocupación.
El médico manifestó su compromiso de colaborar con la institución a largo plazo, uniéndose a proyectos de cooperación y donaciones que permitan canalizar ayuda desde Europa. “Esto es solo el inicio de una gran colaboración para los próximos 20 o 30 años. Quiero aportar a quienes más lo necesitan”, expresó.