En el mundo del vallenato, donde los egos suelen ser tan grandes, Silvestre Dangond ha demostrado que la humildad también puede ser parte del espectáculo. Aunque muchos de sus seguidores insisten en compararlo con el legendario Diomedes Díaz, Silvestre no se deja llevar por las rivalidades. “El Cacique es el más grande, y yo lo tengo claro”, ha dicho en más de una ocasión, ganándose el respeto de los amantes del género.
Las redes sociales no tardaron en reaccionar, y entre memes y comentarios, algunos bromearon diciendo que Silvestre debería cambiar su apodo de “El Tigre” a “El Fan Número Uno del Cacique”. Otros destacaron que este gesto de admiración es lo que lo hace aún más grande como artista: reconocer la influencia de quienes pavimentaron el camino.
Así que, mientras Silvestre sigue llenando estadios y corazones, también deja claro que en el vallenato hay un trono que solo Diomedes puede ocupar.