Un llamado de atención sobre la salud generó debate en redes luego de que un paramédico compartiera su experiencia diaria en ambulancias: hijos que llegan con los mismos problemas de salud que tuvieron sus padres, diabetes, hipertensión e incluso infartos. Según explicó, no siempre se trata de herencia genética, sino de repetir los mismos hábitos poco saludables que marcan a toda una familia.
El testimonio, publicado recientemente, remarca que muchas de estas enfermedades se pueden prevenir si se rompen esos patrones. Mientras generaciones anteriores no contaban con la misma información ni la conciencia sobre el ejercicio, hoy en día se sabe que algo tan sencillo como caminar 30 minutos al día puede reducir hasta en un 50% el riesgo de sufrir estas complicaciones. El mensaje es claro: no hace falta un gimnasio ni rutinas extremas para cuidar el corazón y el cuerpo.
En esa línea, la reflexión invita a pensar que, aunque no se pueda elegir la genética, sí es posible tomar decisiones diferentes en el estilo de vida. “Tus papás no sabían, pero tú sí sabes”, señala el paramédico, dejando la idea de que cada persona tiene en sus manos la posibilidad de escribir una historia distinta y evitar que los mismos problemas de salud se repitan de generación en generación.