En San Joaquín, Chile, Manuel Hernández, un humilde recolector de basura, vivió un momento que le cambió la vida. Mientras realizaba su labor diaria, encontró una gran suma de dinero tirada en plena calle. Sin dudarlo, decidió entregarla a las autoridades, demostrando que la honestidad sigue siendo un valor inquebrantable.
“Sentí que tenía que entregarlo”, expresó Hernández, recordando el ejemplo de su madre, quien siempre le enseñó a actuar con rectitud.
Gracias a las cámaras de seguridad, las autoridades lograron identificar al dueño del dinero: un vecino que lo había extraviado tras vender su vehículo. La historia tuvo un final aún más conmovedor cuando la comunidad, conmovida por su gesto, comenzó a hacerle donaciones. En pocas horas, su cuenta bancaria se llenó de aportes, al punto de que tuvo que habilitar una nueva para seguir recibiendo el apoyo.