El caso de la Fundación «She Is» ha generado polémica tras la renuncia colectiva de su Junta Directiva, denunciando el presunto uso indebido de recursos por parte de la presidenta, Nadia Sánchez.
Según los trabajadores, Sánchez habría financiado los gastos de su matrimonio, celebrado el 18 de enero, con fondos de la fundación.
Aunque ella aseguró que los recursos fueron reintegrados en enero de 2025, los empleados presentaron facturas que respaldan sus cuestionamientos.
Exmiembros señalaron que desde finales de 2024 ya existían conflictos por la falta de transparencia en la gestión de los recursos.
En su defensa, Sánchez argumentó que el préstamo para cubrir dichos gastos fue autorizado por el comité fundador como parte de beneficios a empleados, cumpliendo con las normativas y condiciones financieras, incluyendo el pago de intereses.
A pesar de estas explicaciones, los exintegrantes insisten en la necesidad de auditorías exhaustivas ante lo que consideran irregularidades en su administración.