Gustavo Petro no se quedó de brazos cruzados tras el rechazo del Senado a su consulta popular. En una movida que ha sacudido el panorama político, el presidente anunció que expedirá un decreto para llevar a las urnas su reforma laboral, asegurando que el pueblo es el verdadero dueño del poder en Colombia. La decisión, que será revisada por la Corte Constitucional, ha generado una tormenta de reacciones y promete un enfrentamiento legal de alto calibre.
El mandatario, respaldado por el exfiscal Eduardo Montealegre, sostiene que el Senado incurrió en “vicios de constitucionalidad insubsanables” al negar la consulta, lo que le da vía libre para convocarla sin el aval legislativo. Mientras tanto, el presidente del Senado, Efraín Cepeda, ya advirtió que demandará el decreto apenas sea firmado, calificándolo como un atentado contra la separación de poderes.
Desde el Gobierno, el ministro del Interior, Armando Benedetti, confirmó que el decreto está listo y será firmado en los próximos días. La consulta, que incluirá 12 preguntas sobre la reforma laboral, podría realizarse entre julio y agosto, en medio de un clima de tensión política y acusaciones de fraude en el Congreso.
La jugada de Petro marca un antes y un después en la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo. ¿Será este el golpe definitivo para imponer su reforma o terminará enfrentando un revés judicial? La batalla apenas comienza, y el país entero está a la expectativa.