Sin aprobación legislativa y en medio del estancamiento de la reforma en el Congreso, el Gobierno Nacional decidió implementar por decreto el nuevo modelo de salud preventiva, predictiva y resolutiva. A través del Decreto 0858, firmado el 30 de julio, el Ministerio de Salud reorganiza el sistema colombiano desde la raíz, sustituyendo normas vigentes y convirtiendo en política pública lo que antes era solo propuesta.
El modelo gira en torno a la atención primaria, territorializada y anticipada, con énfasis en prevención y redes comunitarias. Se crean los Equipos de Salud Territorial, se fortalecen los CAPS (Centros de Atención Primaria en Salud) y se exige a EPS, IPS y autoridades locales adaptarse al nuevo enfoque. Las comunidades podrán participar en comités y consejos, pero el liderazgo operativo queda en manos del Ministerio y las entidades territoriales.
Aunque el decreto promete equidad, formalización laboral y atención diferencial, expertos advierten que se están modificando funciones clave de las EPS sin pasar por el Congreso, lo que podría generar inseguridad jurídica y desfinanciamiento. La presidenta de Acemi, Ana María Vesga, alertó sobre “graves problemas de constitucionalidad” y la eliminación de herramientas esenciales para atender a la población.
La reforma por decreto ya está en marcha. Lo que no está claro es si el nuevo modelo resolverá la crisis del sistema o si, como temen algunos sectores, profundizará los cuellos de botella, la confusión operativa y el riesgo de corrupción. En palabras de un gremio médico: “Nos cambiaron el sistema sin preguntarnos”.