Petro está triste, dice que en el congreso le faltaron el respeto y lo trataron mal.

El presidente Gustavo Petro vivió una de sus salidas más tensas del Capitolio Nacional este 20 de julio, tras presentar su balance de gobierno durante la instalación de la nueva legislatura. Aunque el mandatario expuso cifras sobre inflación, pobreza y educación, su intervención fue recibida con abucheos y gritos de “¡mentiroso!” por parte de congresistas de oposición. La escena se tornó caótica cuando Petro abandonó el recinto acompañado por su gabinete, sin que ningún legislador estrechara su mano.

A través de su cuenta de X, el jefe de Estado expresó su malestar: “Fui al Congreso de la República con ciencia y datos, y me respondieron con insultos, grosería y brutalidad”. La controversia se intensificó tras la réplica de la representante Lina Garrido, quien lo acusó de “salir corriendo” y lo criticó por su agenda internacional, señalando que ese mismo día iniciaba su viaje número 67 al exterior.

Petro defendió su discurso como técnico y democrático, y aseguró que la oposición no refutó sus cifras, sino que recurrió a ataques personales. “No estoy acostumbrado a salir corriendo. Escuché toda la intervención de la parlamentaria Garrido, no dio cifras, no demostró que las mías sean falsas. Solo escuché insultos y mentiras”, escribió el mandatario. La escena, que incluyó el gesto simbólico de alzar el puño por parte del presidente y varios funcionarios, fue interpretada como una señal de resistencia frente a lo que calificó como “la degradación de la política”.