Petro busca sentar en la mesa de paz a los capos criminales de «los costeños» y «los pepes»

Una nueva tormenta sacude al Caribe colombiano luego de que se conociera que el Gobierno de Gustavo Petro estaría negociando la presencia pública de alias Castor y alias Digno Palomino dos de los capos más temidos de Barranquilla en el marco de su cuestionada política de “paz total”. Los diálogos estarían siendo liderados por abogados, funcionarios de inteligencia y hasta la Iglesia, con el objetivo de trasladarlos a la ciudad y darles protagonismo en mesas de diálogo que buscan contener la violencia urbana.

Los polémicos acercamientos apuntarían a replicar eventos como el realizado en Medellín con miembros de bandas criminales, esta vez con Jorge Eliécer Díaz Collazos, jefe de “los Costeños”, y Digno Palomino, líder de “los Pepes”. Ambos acumulan un prontuario de delitos que incluyen múltiples homicidios, masacres, narcotráfico y extorsiones. Fuentes cercanas afirman que ya hubo un encuentro en Barranquilla mediado por la Dirección Nacional de Inteligencia y otras instituciones.

Aunque desde el Gobierno se plantea como una estrategia para reducir los homicidios, expertos como Luis Fernando Trejos advierten que el trasfondo sería político, especialmente de cara a las elecciones de 2026. Según el investigador, permitir que estos capos regresen a su territorio podría aumentar su control sobre las organizaciones criminales, lo cual despertó preocupación tanto en la ciudadanía como en la administración distrital.

El alcalde Alejandro Char ha rechazado públicamente la posibilidad de abrir diálogos con estos grupos y pide garantías si el Gobierno Petro decide seguir adelante. Mientras tanto, la polémica crece: ¿es este un esfuerzo por la paz o un acto simbólico con fines electorales?.