El presidente Gustavo Petro volvió a encender el debate político al retomar con fuerza su propuesta de convocar una Asamblea Nacional Constituyente. En un mensaje publicado en su cuenta de X, el mandatario aseguró que “ya no hay tiempo para reelección”, pero insistió en que Colombia necesita una reforma profunda a la Constitución para avanzar en temas como justicia, derechos sociales, cambio climático y lucha contra la impunidad.
Petro justificó su llamado señalando que el Congreso actual, elegido en 2022, ha sido un obstáculo para sus reformas estructurales. Según él, la dinámica clientelista del Legislativo ha paralizado iniciativas como la reforma a la salud y ha condicionado el avance de la pensional, especialmente tras la elección del magistrado Carlos Camargo en la Corte Constitucional, a quien acusa de favorecer intereses contrarios a su proyecto político.
El presidente también criticó el sistema de elección de magistrados, calificándolo como una “estela de clientelismo” que impide una justicia poderosa y transparente. Por eso, plantea que el proceso constituyente debe surgir desde el pueblo, mediante firmas ciudadanas y una nueva composición del Congreso en 2026 que respalde la iniciativa.
Aunque Petro descarta que la Constituyente sea un mecanismo para su reelección, sectores políticos y sociales siguen viendo con suspicacia su insistencia. Para algunos, el discurso presidencial mezcla frustración legislativa con ambiciones de poder, mientras otros lo interpretan como una estrategia para blindar su legado y redibujar el mapa institucional del país.