La triste realidad de Colombia, los jefes terroristas están en la presidencia y el congreso

La condena al expresidente Álvaro Uribe Vélez por los delitos de soborno en actuación penal y fraude procesal ha desatado una tormenta política sin precedentes. En medio del revuelo, el alcalde de Medellín, Federico “Fico” Gutiérrez, reaccionó con una declaración que sacude el tablero institucional: “Quienes hicieron parte de grupos terroristas, hoy están en la Presidencia y en el Congreso. Álvaro Uribe, quien los combatió, hoy ha sido condenado”.

El fallo, emitido por la jueza Sandra Heredia, se basó en pruebas que vinculan a Uribe con una estrategia para manipular testigos a través de su abogado Diego Cadena. Aunque fue absuelto por el cargo de soborno a testigos por duda probatoria, la sentencia marca un hito: es la primera vez que un expresidente colombiano es declarado culpable en un juicio penal. La Fiscalía sostuvo que Uribe promovió la retractación de testigos clave como Juan Guillermo Monsalve y Pablo Hernán Sierra, con el fin de favorecerse judicialmente.

La reacción de Gutiérrez no es aislada. Figuras del uribismo como María Fernanda Cabal y Paloma Valencia han calificado el fallo como una “venganza política” y una “instrumentalización de la justicia”. Mientras tanto, sectores del Pacto Histórico celebran la decisión como un mensaje de que “nadie está por encima de la ley”. El país se polariza entre quienes ven en Uribe un símbolo de lucha contra el terrorismo y quienes lo consideran responsable de prácticas que degradaron la democracia.