En un giro inesperado en la política colombiana, el expresidente Juan Manuel Santos propuso al también exmandatario Álvaro Uribe Vélez construir una alianza para “proteger la democracia” y superar la polarización que, según él, impide resolver los problemas del país. La invitación, respaldada por la Iglesia católica y figuras como Humberto de la Calle, busca consolidar un frente común, frente a lo que consideran una amenaza institucional por parte del Gobierno de Gustavo Petro.
Santos, quien lideró el proceso de paz con las FARC y ha sido históricamente adversario de Uribe, afirmó que “los países polarizados se vuelven ineficaces” y que es momento de dialogar incluso con antiguos rivales. La propuesta surge tras el polémico decreto presidencial que convoca una consulta popular sin aprobación del Congreso, lo que ha sido calificado por sectores de oposición como una “arremetida inconstitucional”.
La reacción de Uribe ha sido ambivalente. Aunque reiteró su oposición al Acuerdo de Paz, dejó entrever su preocupación por el rumbo del actual Gobierno y la necesidad de defender el orden democrático. Mientras tanto, desde el Pacto Histórico, la senadora Isabel Zuleta aseguró que el “Gobierno del cambio” ha provocado una alianza inédita entre los expresidentes, lo que evidencia la tensión política que atraviesa el país.
Esta posible convergencia entre Santos y Uribe, símbolos de la división política nacional, podría reconfigurar el panorama electoral de cara a 2026. Aunque aún no se ha formalizado una coalición, el llamado a la “unidad democrática” ha abierto un nuevo capítulo en la disputa por el futuro institucional de Colombia.