El senador Iván Cepeda oficializó su aspiración presidencial dentro del Pacto Histórico, de cara a las elecciones de 2026, y lo hizo con una frase que ya genera ruido en la coalición: “No soy el candidato del presidente, pero sí del programa de Gobierno”. El anuncio se dio durante el evento Poder de la Verdad, realizado en Pasto, donde el congresista dejó claro que su candidatura no obedece a una orden directa de Gustavo Petro, sino a un llamado colectivo de sectores sociales y políticos que lo ven como heredero del proyecto progresista.
Cepeda, reconocido por su defensa de los derechos humanos y su papel en el juicio contra Álvaro Uribe, aseguró que su campaña buscará consolidar la segunda fase del “Gobierno del cambio”, pero con apertura a nuevos sectores. “Este país necesita transformaciones profundas, y yo estoy dispuesto a defenderlas con convicción”, afirmó. Su precandidatura se suma a la lista de aspirantes del Pacto Histórico, donde también figuran Gustavo Bolívar, Daniel Quintero, Susana Muhamad y Camilo Romero.
Aunque su cercanía con Petro es histórica, Cepeda insistió en que no existe subordinación política. “Con el presidente he tenido una relación de larga data, pero eso no me convierte en su candidato”, subrayó. La frase, que ya circula en redes como una declaración de independencia, marca distancia frente a quienes lo señalan como ficha directa del mandatario. El Polo Democrático, su partido, respaldó la postulación con una carta abierta en la que lo calificó como “un político valiente y coherente”.
La consulta interna del Pacto Histórico está prevista para octubre de 2025, y Cepeda aparece entre los aspirantes con mayor intención de voto según encuestas regionales. Su apuesta por una campaña “de respeto y propuestas” contrasta con el tono encendido de otros precandidatos, y podría convertirse en el factor que defina si el progresismo logra mantenerse unido o se fragmenta en medio de sus propias contradicciones.