Una orden de compra del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre) encendió las redes: se adquirieron 79 termos de 3,8 litros por un valor total de $55.300.000, lo que equivale a $700.000 por unidad. La justificación oficial fue la “reposicion y dotación de las cafeterías” de la entidad, pero el precio pagado superó ampliamente el valor promedio del mercado, generando críticas por presunto sobrecosto y falta de austeridad.
Según una búsqueda realizada, termos similares de acero inoxidable se consiguen entre $680.950 y $960.150, mientras que otros modelos de tres litros oscilan entre $119.000 y $168.000. Incluso, una promoción de ocho termos por $1.104.900 permitiría adquirir los 79 por apenas $11 millones, lo que representa una diferencia de más de $44 millones frente al gasto ejecutado.
La controversia escaló rápidamente en redes sociales, donde usuarios recordaron que el actual Gobierno, cuando era oposición, criticaba duramente este tipo de compras. “¿Dónde quedó la austeridad?”, preguntaron varios internautas, mientras otros ironizaban con frases como “termos para la élite del café” o “ni que fueran termos con WiFi”. El periodista Melquisedec Torres también cuestionó el precio, asegurando que esa referencia no supera los $250.000 en el mercado.
Hasta el momento, la Presidencia no ha emitido pronunciamiento oficial sobre el contrato ni ha explicado por qué se eligió ese proveedor. Mientras tanto, líderes políticos como Germán Ricaurte anunciaron que radicarán quejas ante la Contraloría por posible detrimento patrimonial. El café está servido, pero el escándalo apenas comienza.