El Tribunal Administrativo de Cundinamarca le jaló las orejas al Gobierno Petro por el nombramiento de Armando Benedetti como embajador ante la FAO. La Sección Primera declaró nulo el decreto que oficializó su designación en febrero de 2024, al evidenciar que el político no cumplía con requisitos esenciales para ocupar el cargo en Roma.
Según el fallo, Benedetti no acreditó dominio de idiomas como inglés o italiano, lenguas clave para la labor diplomática, ni presentó título de posgrado, otro de los requisitos exigidos por la Cancillería. Además, el tribunal cuestionó que la administración no respondiera a las observaciones ciudadanas que señalaban irregularidades en su hoja de vida antes del nombramiento.
Tras dejar la FAO en noviembre de 2024, Benedetti no duró mucho sin cartera: el 1 de marzo de 2025 fue nombrado como ministro del Interior, cargo que ha rotado varias veces bajo la administración Petro. Su paso por la diplomacia, sin embargo, quedó oficialmente anulado por la justicia.
¿Repercusiones políticas? Por ahora, el Gobierno guarda silencio, pero el eco de esta decisión judicial podría colarse en las discusiones sobre meritocracia y transparencia en la burocracia estatal.