En abril de 2024, el entonces senador colombiano Miguel Uribe Turbay publicó un video que sacudió el escenario político nacional. En un mensaje directo al presidente Gustavo Petro, Uribe rechazó con firmeza cualquier intento de vincularlo a él o a su familia con el narcotráfico, calificando dicha insinuación como “miserable” y una muestra de “baja condición humana”. El video, que hoy resuena con mayor fuerza tras su asesinato, se ha convertido en un símbolo de su legado político.
Uribe recordó el secuestro y asesinato de su madre, la periodista Diana Turbay, a manos del cartel de Medellín como represalia contra su abuelo, el expresidente Julio César Turbay Ayala, por haber firmado el primer tratado de extradición de narcotraficantes a Estados Unidos. “Mi familia y yo, como millones de colombianos, fuimos víctimas del peor delito que ha sufrido nuestra sociedad: el narcotráfico”, afirmó. En contraste, acusó a Petro de haber sido “socio de Pablo Escobar” y de haber llegado al poder con el respaldo de estructuras criminales.
El senador defendió el legado de su abuelo, destacando su papel en la lucha contra el narcotráfico y el uso de la institucionalidad para enfrentar a los grupos narcoterroristas. “Fue él quien inició la guerra contra las drogas, quien utilizó por primera vez a las fuerzas armadas para derrotar a los narcotraficantes”, dijo Uribe, en un tono desafiante que dejó clara su postura frente a las políticas de paz del actual gobierno.
Finalmente, Uribe explicó que los ataques en su contra respondían al temor que generaba su firme defensa de los principios democráticos. “La paz no se alcanza con impunidad y dádivas, sino con justicia y seguridad democrática”, sentenció. Hoy, su mensaje se interpreta como una advertencia premonitoria sobre los riesgos de negociar con estructuras criminales y la necesidad de preservar la memoria histórica en medio de la polarización que vive Colombia.