¿Cuál de los dos?: La puja en el petrismo para candidato presidencial, es entre Daniel Quintero y Gustavo Bolivar

La carrera por la candidatura presidencial del Pacto Histórico ya tiene dos protagonistas claros: Gustavo Bolívar y Daniel Quintero. Según la más reciente encuesta de Guarumo y Ecoanalítica, Bolívar lidera la intención de voto dentro del espectro de izquierda con un 29,2 %, seguido por Quintero con un 20 %. Ambos figuran como los nombres con mayor respaldo entre los votantes afines al petrismo, superando a figuras como María José Pizarro (16,7 %) e Iván Cepeda (10,7 %).

Aunque Bolívar encabeza las mediciones, su cercanía con el ala más radical del petrismo y su historial como exsenador y exdirector del Departamento de Prosperidad Social han generado resistencias internas. Algunos sectores del oficialismo aseguran que el presidente Gustavo Petro preferiría un candidato más moderado y menos identificado con el núcleo duro del Pacto Histórico. En ese escenario, Daniel Quintero, exalcalde de Medellín y líder del movimiento Independientes, ha ganado terreno como una figura con discurso disruptivo pero con mayor margen de maniobra política.

Quintero ha capitalizado su crecimiento en las encuestas con un mensaje de “reseteo político”, proponiendo incluso el cierre del Congreso y una nueva constituyente, lo que ha generado tanto entusiasmo como polémica. Por su parte, Bolívar ha insistido en que la candidatura debe definirse mediante una consulta interna y ha agradecido el respaldo ciudadano que lo mantiene como el favorito dentro del bloque progresista. Ambos han dejado claro que están dispuestos a medirse en las urnas para definir quién llevará las banderas del petrismo en 2026.

La consulta interna del Pacto Histórico está prevista para octubre, y de allí saldrá el candidato que se enfrentará en marzo a otros aspirantes de la izquierda en una consulta interpartidista. Mientras tanto, la tensión crece dentro del petrismo, donde los llamados “petristas puros” ven con recelo el ascenso de Quintero, y otros sectores apuestan por una figura que pueda ampliar la base electoral sin romper con el legado de Petro.