El expresidente César Gaviria encendió la polémica al arremeter contra el presidente Gustavo Petro por su más reciente acto político en Medellín, donde compartió tarima con jefes de bandas criminales actualmente presos. Para el jefe del Partido Liberal, este evento no solo representa una afrenta al dolor de las víctimas, sino que confirma la existencia del llamado “Pacto de La Picota”, una supuesta alianza entre el Gobierno y estructuras criminales para impulsar una Asamblea Constituyente.
Gaviria denunció que la propuesta de Petro de convocar una constituyente mediante una papeleta improvisada es un intento de romper el orden constitucional y sustituir la estrategia fallida de la consulta popular. “No se trata de cambiar el país, sino de imponer su modelo con aliados sacados de la cárcel”, afirmó el exmandatario, quien calificó la iniciativa como una jugada autoritaria y personalista que desborda los límites del Estado Social de Derecho.
El líder liberal fue más allá al señalar que Petro se concibe a sí mismo como “El Supremo”, sin respeto por las Cortes, el Congreso ni la oposición. “Estas propuestas confirman que cree que puede hacer lo que le venga en gana y como le dé la gana”, sentenció Gaviria, quien también advirtió que la presencia de criminales en tarima agrava la amenaza institucional que representa esta constituyente.
Finalmente, Gaviria hizo un llamado a todas las fuerzas democráticas del país para cerrar filas en defensa de la Constitución de 1991. “El Estado Social de Derecho no se negocia, mucho menos con criminales. No se elude con argucias improvisadas. Se respeta”, concluyó. El episodio deja al descubierto la creciente tensión entre el Ejecutivo y sectores políticos que ven en esta propuesta un riesgo para la democracia colombiana.