En medio de una visita pública, el expresidente Álvaro Uribe Vélez fue rodeado por un grupo de ciudadanos visiblemente alterados que, entre gritos de “¡Fuera paraco!”, intentaron acercarse de forma violenta al líder del Centro Democrático. La rápida intervención de la Policía Nacional evitó que el exmandatario fuera golpeado, pero no logró contener la ola de indignación que se desbordó en redes sociales y en el lugar de los hechos.
El incidente ocurre en un contexto de creciente polarización política y judicial, marcado por la reciente solicitud de Uribe a la Corte Suprema para mantener su libertad tras la anulación de su prisión domiciliaria. Aunque no se registraron heridos, el episodio refleja el nivel de rechazo que sectores ciudadanos expresan hacia figuras históricas del poder, en especial cuando se sienten desprotegidos o ignorados por las instituciones.
Desde el Centro Democrático se ha denunciado una campaña de odio y persecución contra su fundador, mientras que activistas sociales señalan que el intento de linchamiento no es justificable, pero sí sintomático de una ciudadanía harta de impunidad y privilegios.