Mientras los diferentes líderes políticos del mundo siguieron las normas y protocolos para despedir al papa Francisco, Colombia brilló por los desaciertos de la primera dama, Verónica Alcocer, quien no pudo seguir una simple regla de etiqueta y respeto.
De acuerdo con el protocolo del Vaticano, todas las reinas, jefas de Estado, o primeras damas, deben utilizar un vestido negro largo y mangas largas, acompañado de una mantilla negra sobre la cabeza, simbolizando el luto y respeto hacia el sumo pontífice.
Sin embargo, la primera dama, quien lideraba la delegación de Colombia junto a Laura Sarabia, fue vestida de blanco, una decisión que fue considerada de “mal gusto” ante la importancia a nivel mundial de este evento.