El recién elegido Papa León XIV, antes de asumir el liderazgo de la Iglesia Católica, tuvo un fuerte vínculo con Barranquilla, ciudad que visitó en 2002 cuando era superior general de la orden de agustinos.
Su espíritu misionero lo llevó a recorrer varias comunidades religiosas en Colombia, dejando una huella imborrable en quienes compartieron con él. Durante su estadía, visitó el Liceo de Cervantes y la parroquia San Nicolás de Tolentino, donde animó a los fieles, compartió oraciones y ofreció recomendaciones para fortalecer el trabajo apostólico.
Según El padre Fray Ronal Antívar, vicario provincial de la Provincia de Nuestra Señora de Gracia de Colombia, León XIV siempre se mostró accesible, saludando a docentes y feligreses con una actitud fraterna y sencilla.
La comunidad religiosa en Barranquilla celebra su nombramiento con gratitud, recordando que su liderazgo no solo se basa en la doctrina, sino en la empatía y el contacto directo con las personas.
Para muchos, su elección representa una oportunidad para que la Iglesia refuerce su misión social y continúe con el legado de cercanía que él mismo promovió en sus visitas a Colombia.