La experiencia de Mauricio, un vendedor de tintos en Colombia, se ha convertido en una reflexión viral sobre las expectativas y dificultades de migrar al exterior. Hace un año, decidió dejar su negocio para buscar mejores oportunidades en Polonia, pero la dura realidad lo hizo regresar.
“Lo tratan a uno como esclavo, comen mejor los marranos que uno”, comentó Mauricio en una entrevista, recordando las dificultades que enfrentó, desde largas jornadas laborales hasta pasar seis días durmiendo en un aeropuerto.
Antes de migrar, Mauricio había sido dueño de un almacén de muebles, pero la quiebra lo llevó a buscar alternativas fuera del país
Tras su regreso a Colombia, Mauricio enfrenta deudas y busca revitalizar su negocio ambulante, ofreciendo una variedad de productos mientras resuelve asuntos legales relacionados con el embargo de su vehículo.
El caso de Mauricio es un recordatorio de que el sueño migratorio no siempre garantiza una vida mejor.