Aunque parezca sacado de una comedia, es real y lo confirmó la ciencia. Investigadores alemanes descubrieron que algunas ranas hembras han desarrollado una estrategia extrema para evitar el acoso: se hacen las muertas cuando los machos menos atractivos intentan aparearse con ellas. Esta táctica de “muerte fingida” o tanatosis es una forma de defensa que en este caso usan para zafarse de encuentros no deseados.
El estudio, publicado recientemente por la Universidad de Constanza, observó a las ranas Hyla arborea, una especie común en Europa, y reveló que las hembras prefieren hacerse las muertas antes que “ceder” ante un macho que no les convence. En lugar de escapar saltando, simplemente se quedan inmóviles, patas arriba, y así logran evitar el contacto físico.