Gustavo Bolívar, el precandidato estrella del petrismo según las encuestas, parece vivir en una montaña rusa política. Mientras los números lo posicionan como el favorito, en los consejos de ministros la historia es otra. Petro, con su estilo directo, no duda en interrumpirlo, corregirlo y hasta reclamarle en público, dejando a más de uno con la ceja levantada. ¿Será que el amor político no es recíproco?
Fuentes del Gobierno aseguran que, aunque Bolívar lidera las encuestas, Petro no está convencido de su candidatura presidencial. Al parecer, el mandatario preferiría verlo encabezando la lista al Senado, como ya ocurrió en 2022. Una jugada estratégica que, según dicen, busca mantener a Bolívar cerca, pero no demasiado cerca del trono presidencial.
Mientras tanto, en la izquierda, las preguntas abundan: ¿es esto una prueba de liderazgo o simplemente una relación política complicada? Lo único claro es que Bolívar sigue siendo el precandidato más regañado, pero también el más mencionado.