El contacto físico, como los abrazos, tiene innumerables beneficios, desde reducir el estrés hasta mejorar la salud del corazón.
Un gesto tan simple como arruncharse puede generar efectos profundos en el bienestar, especialmente en las mujeres.
Cuando nos abrazamos, el cuerpo libera oxitocina, una hormona que promueve la relajación y ayuda a disminuir la presión arterial, lo cual beneficia enormemente al sistema cardiovascular.

Según diversos estudios, las mujeres experimentan estos efectos de manera más pronunciada que los hombres, convirtiendo el afecto físico en una herramienta clave para su bienestar. Además de fortalecer los lazos emocionales, los abrazos contribuyen significativamente a reducir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo, demostrando que son mucho más que un simple gesto de cariño.
El arruncharse no solo fortalece el corazón, sino que también crea un espacio de conexión emocional y apoyo, fundamental para una vida saludable y equilibrada.
Así que la próxima vez que tengas la oportunidad, ¡no dudes en dar y recibir un abrazo! Tu corazón y tu salud mental te lo agradecerán.