En un sorprendente caso presentado ante el Tribunal Superior de Karnataka, una mujer en la India demandó a su esposo alegando que él prestaba más atención a su gato que a ella, lo que desató numerosos conflictos en la pareja.
La demandante indicó que la atención excesiva del hombre hacia su mascota provocó celos y discusiones constantes, llegando al punto en que el gato comenzó a arañarla y morderla.
Inicialmente, los jueces pensaron que se trataba de un caso de maltr4to. Sin embargo, al revisar los argumentos, se sorprendieron al descubrir que la demanda se centraba en la distribución de afecto del esposo.
Aunque se comprobó que el gato había atacado a la mujer, un juez decidió desestimar el caso, afirmando que las acusaciones no cumplían con los criterios legales.