Wendy Daniela López Ortiz, una joven bachiller ingresó a la Clínica Prado en Santa Marta el pasado 13 de diciembre, buscando atención médica después de haberse practicado ella misma un aborto mediante la ingesta de pastillas.
Su hermana relató el desconcierto de la familia al enterarse del embarazo un día después de que la joven tomara la decisión de interrumpirlo y lo que siguió tras su atención médica en el mencionado centro asistencial.
“En la Clínica Prado le practicaron una ecografía que confirmó el embarazo y le recomendaron un lavado que, según el médico, era ambulatorio”, dijo la familiar.
Sin embargo, lo que inicialmente se presentó como un procedimiento rutinario, se tornó en una serie de eventos confusos y preocupantes que perjudicaron la salud de la joven.
“Presentó cuadros de fiebre, vómito e hinchazón. Pensamos que era normal por el aborto, pero al persistir los síntomas la ingresamos de urgencia nuevamente a la clínica”, contó la hermana.
La familia, angustiada y desconcertada, se mantuvo atenta a las noticias sobre la eventual evolución de la mujer, sin imaginarse que en las horas posteriores recibirían la devastadora noticia de su fallecimiento sin mayores explicaciones.
“Nos dicen que a la 1:05 a. m. mi hermana entró en paro y a las 2:05 mi hermana entra en deceso. A mi mamá la vienen a llamar a las 5 de la mañana, tres horas después de que mi hermana murió, pero nadie da la cara. Fuimos a solicitar la historia clínica y nos salen con que hay que esperar cinco días hábiles para que nos la entreguen», sostuvo la hermana de la fallecida.
Ante la falta de claridad, los familiares de la joven han presentado una denuncia contra la Clínica Prado en busca de respuestas.
Con información de El Tiempo.