El Rey Carlos III y la reina consorte, Camila, han sido coronados este sábado, 6 de mayo, en una ceremonia llena de tradición y simbolismos, en la Abadía de Westminster, Londres. Desde el corazón de la capital británica.
Uno de los momentos más importantes de la ceremonia fue cuando el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, colocó sobre la cabeza de Carlos III la suntuosa corona de San Eduardo, del siglo XVII.
“No vengo a ser servido sino para servir”, dijo el nuevo rey del Reino Unido, al inicio de la ceremonia.
Igualmente, Camila recibió su corona como reina consorte, tras ser ungida con aceite en la cabeza por el arzobispo de Canterbury, primado de la Iglesia Anglicana, quien posteriormente impuso en su cabeza la corona de la Reina María.









