El parrandón de la gerente del Camu de Puerto Escondido

El parrandón de la gerente del Camu de Puerto Escondido

Ante la indisciplina social y el aumento de casos Covid-19, el presidente Iván Duque extendió el Aislamiento Selectivo y Distanciamiento Individual Responsable hasta el día 30 de noviembre del presente año en todo el territorio Nacional, el cual había sido regulado mediante decreto 1168 de 25 de agosto de 2020.

La prolongación de la medida se viene aplicando desde el mes de agosto, se hace necesaria por el no cumplimiento de protocolos de bioseguridad, del mal comportamiento ciudadano en el espacio público lo cual ha conllevado a la propagación de la pandemia y aumento del contagio.

Es el Ministerio de Salud y las entidades descentralizadas de este sector las que deben propender por el autoaislamiento, la responsabilidad y disciplina ciudadana, señala el mencionado decreto.

Pero resulta contradictorio y paradójico que en el municipio de Puerto Escondido la primera en violar tales directrices es la encargada de promover, estimular, el cumplimiento de los protocolos establecidos por el gobierno nacional, como lo es la gerente del Camu municipal.

En plena vigencia del decreto mencionado, Luz Mary Durango Jiménez, gerente del Camu del municipio de Puerto Escondido, organizó tremendo parrandón, con francachela, baile y alcohol, violando toda disposición expedida por el gobierno nacional, poniendo en riesgo a la población.

Según información suministrada a este medio, el evento que tenía por motivo la celebración del cumpleaños de la gerente, se realizó en el establecimiento ‘Pachá Bar Sazón’, ubicado en zona central del municipio, y en esta hubo asistencia masiva de funcionarios del Camu y de la administración central y personalidades de la zona.

Llama la atención, como lo afirma un habitante del municipio costanero, que “algunos funcionarios no asisten a laborar de manera presencial, sino que lo hacen por “teletrabajo”, por temor a contagiarse, sin embargo asisten a un evento masivo sin ningún tipo de protección”.

Hasta el momento se desconoce si el Bar donde se celebró el parrandón cuenta con las autorizaciones de la respectiva autoridad municipal para su funcionamiento o si por el contrario tal celebración se hizo de forma clandestina.

Serán las autoridades administrativas y judiciales las encargadas de establecer qué tipo de responsabilidad les cabe a los implicados, pero lo que si queda claro es que se trata de un hecho de indisciplina social promovido por la máxima responsable de la prevención y cuidado de la salud de todos los habitantes de Puerto Escondido.