Las autoridades ambientales les atribuyen a los cazadores de hicoteas la destrucción de más de 20 hectáreas de vegetación que fueron consumidas por las llamas en la Ciénaga de Corralito en Cereté.
Lo más preocupante de la situación es que sumado a la destrucción del complejo cenagoso, están las especies que encontraron calcinadas, como los ejemplares de tortugas, hicoteas, armadillos, iguanas y serpientes.
Con el fin de tener un informe técnico sobre los daños, una comisión de la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge (CVS), hará presencia en el lugar este lunes 24 de febrero.
Además, las autoridades ya tienen plenamente identificados a los responsables, quienes tendrán que responder ante la justicia por los daños ambientales.
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Como se recordará, estamos ad portas de Semana Santa y en la Costa Caribe es tradición el consumo de hicoteas, las cuales son cazadas y posteriormente, vendidas a pesar que esta práctica sea ilegal.