Dolor e indignación sienten los familiares de Carmen Alicia Celestino Suarez quien llevaba cuatro años padeciendo de una isquemia cerebral y lamentablemente falleció el pasado sábado 30 de mayo en la Fundación Amigos de la Salud en la ciudad de Montería.
Sus familiares comentan que desde que ingresó a la Clínica no les dejaron ver más a su ser querido pues fue tratado como un caso sospechoso de Covid-19 a pesar de no ingresar por esas razones.
La mujer oriunda de San Carlos, donde todavía no se registran casos positivos de este virus, fue trasladada de un centro de salud de ese municipio al Hospital de Cereté, por presentar insuficiencia renal, no obstante, luego fue remitida a Montería.
Manifiestan que lo que más les causó sufrimiento fue que el cuerpo de la mujer fue cremado a pesar de que ellos se negaban a autorizarlo, sin embargo, al ver que la IPS no daba más opciones se vieron obligados a firmar el documento para que las cenizas le fueras entregadas por parte de la Funeraria encargada.
“Prácticamente nos amenazaron, fuimos sometidos, nos dijeron que sino firmábamos la autorización no nos entregaban las cenizas, y para no hacer más largo el proceso, tuvimos que hacerlo, no nos dejaron darle el último adiós como familia,” indicó uno de los afectados.
Finalmente, y luego de la cremación del cuerpo, los familiares recibieron los resultados de la prueba de Covid-19, la cual fue negativa.