Un giro inesperado podría tomar el caso de Valentina González, la mujer que fue arrollada por un yate en Cholón, luego que una amiga que acompañaba a la joven asegurara que la víctima se encontraba en un flotador y no buceando o careteando al momento del accidente.
Como se recordará este trágico hecho sucedió el pasado sábado 30 de noviembre en la Ciénaga de Cholón, en Cartagena, donde la barranquillera fue embestida violentamente por el yate, lo que le provocó la muerte al instante.
A raíz de las versiones que salieron a relucir por este accidente, los familiares de Valentina emitieron un comunicado en el que mostraron su inconformismo con las declaraciones del capitán del navío y el comandante de Guardacostas del Caribe, Jorge Herrera, ya que la estudiante de psicología no tendría responsabilidad en este fatal suceso que le quitó la vida.
En su momento, el oficial Herrera manifestó que tras recopilar la información suministrada por testigos y pescadores, establecieron que González “realizaba actividades de nadado y careteo a 300 metros de la playa”, una zona en la que, está prohibido este tipo de actividades.
Sin embargo, allegados a la occisa calificaron estas declaraciones como “erróneas y apresuradas”, debido a que presuntamente Valentina estaba sobre un flotador naranja en un área cercana a la playa cuando fue arrollada por una embarcación con turistas a bordo.
Así las cosas, los familiares de la joven aseguraron que demostraran que en la muerte de la joven hubo “un dolo eventual”, y que la situación podría agravarse si se tiene en cuenta que el piloto del yate huyó del lugar.
Además, la testigo del hecho afirmó que en lugar no había ningún tipo de señalización visible que alertara a los bañistas sobre áreas prohibidas.