A Kevin Bielotozky Cera, de 28 años, lo sorprendió la muerte cuando cumplía con su deber, trabajando como celador en una de las calles del barrio Normandía en Soledad, Atlántico.
Los disparos propinados por el parrillero de una motocicleta fueron mortales para Bielotozky, quien quedó tendido y sin signos vitales sobre uno de los andenes de este sector.
Según Greis Bielostozky, hermana de la víctima, Kevin tenía este empleo hacia un año y se encontraba completando su segundo turno consecutivo de guardia, “ese día él no quería trabajar, de pronto fue porque le tocó doblarse. Había trabajado todo el día y toda la noche”, relató la pariente del occiso.
Sin embargo, el joven fue con la mejor disposición a hacer el turno, desconociendo que sería la última vez que estaría con vida.
Por el momento, las autoridades se encuentran investigando el caso y se conoció que la víctima no tenía amenazas en su contra o por lo menos no había denunciado.