La gobernadora encargada de Córdoba, Sandra Devia Ruiz, designada por el presidente Juan Manuel Santos para reemplazar al suspendido mandatario, Edwin Besaile, se presentó como técnica y dijo que no obedecía a ningún partido político. Sin embargo, con los contratos que asignó en el último día de la ley de garantías, demostró todo lo contrario.
Las versiones que están circulando en la administración departamental es que la funcionaria habría sacado a personas de la Secretaría de Salud de Córdoba y del Plan Departamental de Aguas para darle los contratos a miembros del partido Liberal.
Se conoció que son cerca de ocho funcionarios, algunos de los cuales llevaban 14 años al frente de sus cargos, los que estaban sin contrato porque se habían vencido, pero aún así seguían laborando de manera normal. Sin embargo, hoy fueron reemplazados.
Cuando Devia llegó a Córdoba los rumores eran que estaba muy cercana a las directivas del partido Liberal y eso le causó cierta molestia, pues en rueda de prensa dijo que no sabía de dónde habían sacado la versión de que ella obedecía a un jefe político.
Reiteró que su único jefe era Santos y que llevaba muchos años trabajando en el Ministerio del Interior. También afirmó que no venía a perseguir a ningún grupo político y que iba a respetar a las personas que estaban ejerciendo su trabajo en la administración departamental.
«La gobernadora cumple órdenes del partido Liberal», rumoraban algunas personas en los bajos de la Gobernación cuando conocieron el corre que corre que tenía para dejar los contratos listos antes que entrara en vigencia la ley de garantías.