El gobernador Edwin Besaile denunció amenazas contra su vida y contra la de su familia y atribuye esa situación a las denuncias que hizo sobre los actos de corrupción que se estaban cometiendo en la Gobernación de Córdoba.
El suspendido mandatario, quien justamente este viernes deberá comparecer a las instancias judiciales que lo investigan por haber pagado una factura de 1.500 millones de pesos a la IPS San José de la Sabana por la atención de 14 falsos pacientes de hemofilia, indicó que en el momento en que se hizo efectivo no existía ningún tipo de advertencia por parte de la Contraloría.
Explicó que el giro se hizo en mayo de 2016, a pocos meses de haberse posesionado como gobernador, pero que la cuenta correspondía a servicios prestados en el año 2014. También aseguró que frenó el pago de 25 mil millones de cuentas fraudulentas.
Agregó que evitó desangrar al departamento del Córdoba con los recursos de regalías para ciencia y tecnología por valor de 100 mil millones de pesos y con en el cartel de la educación con 350 mil millones, sumas superiores a los 1.500 millones por concepto de hemofilia.
Responsabilizó de los actos de corrupción a su antecesor Alejandro Lyons y dijo que en la audiencia de medida de aseguramiento logrará demostrar su inocencia.
Reconoció que siente temor por su vida y dijo que jamás ha participado de actos de corrupción, ni ha hecho acuerdos para desangrar las finanzas del departamento.