Después de varios meses de investigación el grupo Gaula en coordinación con la Seccional de Inteligencia Sipol adscritos al Departamento de Policía Córdoba, se logró la captura de diez integrantes del Clan del Golfo sindicados de extorsión agravada y concierto para delinquir.
La captura se logró tras un operativo que se realizó de manera simultánea con allanamientos en los municipios de Cereté, Ciénaga de Oro, San Pelayo y Montería.
De acuerdo a las investigaciones adelantadas por parte de los funcionarios del Gaula, esta estructura delinquía en los municipios de Montería, Cereté, Ciénaga de Oro, San Pelayo y San Carlos, realizando homicidios selectivos, control del microtráfico, desplazamiento forzado y cobro de extorsiones al gremio comerciante, ganadero, prestamistas y a la comunidad en general tanto en la zona urbana como en la rural exigiendo pagaran sumas de dinero que oscilaban entre 200 mil pesos hasta 50 millones de pesos de forma mensual y anual.
Los capturados corresponde a los nombres de:
Deivis de Jesús Marmolejo Hernández, alias «José».
Irelis Dario Pastrana Ramos, alias Dario.
Adrián José Ceballos Hernández alias “Tony”.
Melissa Andrea Pérez García alias “Siriaca”.
Deivis Dair Ospino Sibaja alias “Oscar o Gato”.
Jonathan Ferney Rivera Patiño alias “Mario”.
José Luis Martínez Hernández alias “ Piter”.
Isis Johana Polo Sánchez, alias “Diana”.
Andreina del Carmen Villalba Jiménez.
Isis Alejandra Polo Sánchez.
Los capturados, eran requeridas por el juzgado segundo penal municipal ambulante con funciones de control de garantías de Montería, por el delito de concierto para delinquir agravado y extorsión.
Según las autoridades, estas capturan debilita la subestructura del Clan del Golfo, Juan de Dios Usúga que delinquían en los municipios antes mencionados, la misma reportaba mensualmente ingresos por un valor cercano a los 80 millones de pesos, dinero que era repartido entre los jefes de finanzas de la organización ilegal, quienes además eran responsables de diferentes homicidios en la jurisdicción como producto de disputas por el control del negocio de la venta de estupefacientes ilegales y ajustes de cuentas por negocios internos.
Es de anotar que durante los allanamientos también se logró la incautación de tres motocicletas de diferentes marcas las cuales se transportaban los delincuentes para cobrar las extorsiones, cometer homicidios e intimidar a las víctimas. Así mismos fueron incautados cuatro celulares de diferentes marcas.