Denuncian quince años y cinco meses de impunidad en el crimen del veedor José Lucío Cantero Doria

Tras quince años y cinco meses transcurridos luego del asesinato del veedor José Lucío Cantero Doria, ocurrido el 21 de febrero del año 2003, poco o nada se ha adelantado  en cuanto al cumplimiento de condenas por parte de las personas sindicadas de haber actuado como autores intelectuales del crimen. Así lo denunció su compañero de labores el presidente de la veeduría ciudadana Por Ti Lorica; Luís Eduardo García Coneo.

Luís Eduardo García Coneo., presidente de la veeduría ciudadana Por Ti Lorica.

 

Según García Coneo, «Se produjeron las capturas del entonces secretario de salud municipal Abimael Ávila Gutiérrez y del gerente de Ter buses, Libio Angel Doria  quienes serían los autores intelectuales del homicidio de mi compañero, permanecieron un año internos en la cárcel nacional Las mercedes,  pero tristemente después de ese año salieron en libertad  por vencimiento de términos y aunque el proceso no se ha terminado la negligencia por parte de las autoridades y de la justicia para fallar en este caso es reinante.» 

 Libio Angel Doria
Libio Angel Doria

Las denuncias acerca del manejo de los recursos del Plan de Atención  Básica  en salud, (PAB) que habrían dejado un detrimento superior a los  52 millones 800 mil pesos en tres contratos . Así mismo en el tema de Ter buses el veedor Cantero Doria/QEPD) denunció el mal manejo de los recursos  que ingresaban a la Terminal de Transportes por concepto de la tarifa conduce (derecho a patio) que pagaban  las empresas transportadoras que prestaban los servicios de rutas intermunicipal e interdepartamental, habrían motivado el homicidio del veedor.

Según el actual veedor Luis Eduardo García Coneo, quien fue su compañero de labores, las denuncias hechas por la veeduría  Por Ti Lorica y por Cantero Doria no solo pusieron el dedo en la yaga en esos temas de corrupción sino que dejaron al descubierto el «matrinonio» entre las extintas Autodefensas Unidas de Colombia  del corregimiento de Sabaneta, perteneciente a Momil y los estamentos del Estado, en este caso la dependencia de la secretaría de salud y el Camu Santa Teresita:  «José Lucío fue un hombre que supo interpretar el dolor de su pueblo y quiso buscar el beneficio colectivo, tristemente aunque perteneció  a la casa jattinista  esta no hizo nada por ayudar a esclarecer este vil asesinato, pero de lo que sí puede hacerse una clara interpretación fue que la muerte de cantero fue tomada para aumentar caudal de votos a posteriores candidaturas al senado en Lorica» Expresó el actual veedor.

Las denuncias e investigaciones llevaron a las capturas de los anteriormente señalados y que gozan de libertad  en medio de un proceso que no concluye pero que se reviste de impunidad.

Oscar León U.
Oscar León U.

«Después de la muerte de Cantero se produjo el asesinato de Oscar Luis León Urueta, el 12 de febrero del años 2004,  quien habría sido uno de los autores materiales del homicidio , su captura  se produjo  en octubre del 2003,  seis meses después de registrado el  hecho. también se produjo la muerte de otras personas que nunca fueron involucradas en la investigación pero que a voz populi se comentaba su participación. El once de septiembre del mismo año 2003 se produjo la captura de Néder ballestas Cantero alias «El cabezón» como uno de los presuntos autores materiales del asesinato,  este cumplió  con una condena de siete años de prisión, hoy goza de libertad y  su vida la convirtió al evangelio siendo predicador de la Palabra de Dios en las calles de Lorica. En conclusión la muerte de José Lucío  goza de un respaldo de impunidad por parte de la justicia».

Finalmente el veedor García Coneo explicó que » Denuncié esta situación el año pasado cuando vino el Fiscal General Nestor Humberto Martínez Neira en el marco del programa Bolsillos de Cristal  en el centro de convenciones pero a la fecha no me han dado respuesta».

Mientras el tiempo transcurre y en cualquier anaquel está «engavetado» el proceso que espera un fallo su compañero  García Coneo le hace el quite a sus propias amenazas y sigue clamando justicia.