Carrera 10K de Marcos Daniel produjo una carrera contra la muerte

Una frase célebre que dice «No hagas cosas buenas, que parezcan malas», sería la ideal para describir lo ocurrido este domingo 23 de septiembre en la ciudad de Montería, con ocasión de la carrera atlética Montería 10K que se inventó el alcalde Marcos Daniel Pineda García.

Si bien es cierto que la carrera atlética Montería 10K es un buen evento deportivo, con un objetivo ambiental y de mostrar la ciudad ante el mundo, no es menos cierto que la mala planificación o la arrogancia del alcalde Marcos Daniel Pineda, que no escucha y hace lo que le viene en gana, opacan lo primero.

El domingo mientras miles de ciudadanos, liderados por el mandatario municipal Marcos Daniel Pineda, corrían para hacer la carrera de sus vidas, al pie del puente de la calle 41, en la margen izquierda del río Sinú en Montería, una mujer, realizaba su carrera contra la muerte.

Víctor Arrieta, nuestro Director, se acercó a la mujer que casi a punto de llorar le suplicaba al patrullero de la policía que se encontraba en el lugar, que la dejara pasar con un enfermo que traía en un taxi.

«Busca el carro, busca el carro, yo no puedo dejar que el marido mío se muera, es una emergencia», decía la mujer, con voz entrecortada, al momento que quitaba los conos que le obstruían el paso para subir al puente.

Pero el policía que recibió la orden del alcalde de Montería, de no dejar pasar a nadie, se le atravesó en el camino y en forma insensible lo único que le dijo a la angustiada mujer fue: «y si es una emergencia por qué no lo traes en una ambulancia».

Dos horas cerrada la entrada a Montería

No se sabe si fue que no se dio cuenta de lo que estaba haciendo o la misma arrogancia que siempre maneja el alcalde Marcos Daniel Pineda, que no lo dejó ver el tamaño del problema, pero este domingo 23 de septiembre la entrada a Montería, viniendo del Urabá, estuvo cerrada dos horas.

Y el problema no fue solamente para los habitantes del Urabá antioqueño y chocoano. Miles de familias de los barrios de la margen izquierda, que se movilizan en carro o en moto también estuvieron incomunicadas con el resto de la ciudad.

«Yo estuve dos horas esperando que abrieran la vía, además del caso de la señora que luchó para que su marido no se muriera esperando la apertura del puente, pude observar cuatro ambulancias más, que transportaban enfermos, haciendo su propia carrera contra la muerte, sorteando los monumentales trancones que se formaron tanto en el puente de la calle 41, como en el puente metálico Gustavo Rojas Pinilla», narró nuestro director Víctor Arrieta, quien se vio perjudicado por los trancones.

Esto no es una crítica a la carrera atlética Montería 10K, bienvenidos estos eventos, pero no se pueden hacer cosas buenas, perjudicando a otras personas, creemos que el alcalde de Montería debe reconocer el error y corregirlo para futuros programas.

Y le pedimos un favor al Comandante de la Policía Metropolitana, que le enseñe a sus patrulleros que están en una región en la que los enfermos se les transporta en hamaca, tractor, bus, caballo, burro, taxi o mejor dicho, en lo que primero se encuentre para que puedan salir de la zona en donde aún no conocen que es una ambulancia.