Manuel Curichimba López, un agente de la Policía adelantaba operativos de cierre a un prostíbulo de Bogotá y se llevó «tremenda» sorpresa. Su «amada» novia, Ana Romero alias «Burbuja», era una de las trabajadores sexuales del lugar nocturno.
El agente del servicio de la Policía Nacional, nunca imaginó que su enamorada de años, era la anfitriona del prostíbulo que tenía como orden intervenir, tanto así que tras descubrir el humillante engaño, fue incapaz de reclamarle las razones que tenía para acostarse con otros hombres a cambio de dinero.
Aún es un misterio que decisiones tomó el agente frente a su situación sentimental, si continúo o no la relación con alias «Burbuja», pues Curichimba no ha sido capaz de dar declaraciones al respecto.
Por otra parte, la institución policial señaló que la comunidad había denunciado que en el sector del prostíbulo, donde también estaban ubicados varios bares, se incrementaba a diario el número de asaltos y enfrentamiento de pandillas, lo que claramente perturbaba la tranquilidad de los habitantes del lugar.