La Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros, Campetrol, expresó un profundo rechazo en contra de los atentados realizados por la guerrilla del ELN en donde el oleoducto Caño Limón – Coveñas en Arauca y Boyacá se vio grandemente afectado sin dejar de mencionar el daño causado por el atentado a la infraestructura petrolera del municipio de Aguazul, en Casanare.
Campetrol, solicitó al Gobierno Nacional y al ELN, pactar un cese el fuego definitivo, y de esta forma evitar que la infraestructura petrolera del país se vea afectada en mayor proporción.
La entidad aseguró que “las acciones perpetradas por el ELN son un retroceso en la construcción de confianza durante los pasados 100 días”. Entre tanto pidió que se reanude lo más pronto posible el diálogo. Aseveró que el sector de los hidrocarburos acepta participar en las mesas de diálogo, esto “para dar una muestra de apoyo a una solución política, sin embargo, acciones de esta naturaleza van en contraría de las aspiraciones de paz del pueblo colombiano”.
Germán Espinosa, presidente ejecutivo de Campetrol señaló que la industria se encuentra en un momento crucial pues no solo deben garantizar la seguridad energética sino que también deben promover el desarrollo regional sostenible, y para esto recalcó que “es de suma importancia que la infraestructura petrolera pueda operar a plena capacidad y haya un óptimo clima para las inversiones”
Los atentados realizados por parte del ELN causaron graves daños al medio ambiente como también a las economías locales y regionales. “Las consecuencias las pagamos todos los colombianos” afirma Espinosa.