Afligida se encuentra una mujer que interpuso una tutela ante la Corte Suprema de Justicia tras ser víctima de una violación en el despacho judicial en el que labora, sin embargo, la corte no falló a su favor pese a que la mujer justificó que no quería volver a su sitio de trabajo que le ha provocado problemas mentales y de estrés postraumático.
Según el documento que le envió al alto tribunal, el 28 de febrero de 2017 hacia las 12:45 de la tarde un desconocido ingresó al despacho judicial y la obligó a tener relaciones sexuales. Al citar el relato, la Corte no entrega detalles sobre si alguien fue testigo de la agresión, pues es una oficina pública muy concurrida a cualquier hora.
La mujer dejó por escrito la engorrosa situación que vive cuando va a trabajar, asegurando que todos los días revive la violación sufrida y las consecuencias de padecimiento que de allí derivan. Actualmente se encuentra en un tratamiento clínico bajo medicación.
No obstante, la respuesta de la Corte fue, “no existe un nexo causal entre el riesgo y el ejercicio de actividades de la servidora judicial por lo que no es objeto de protección de aquel organismo, y por circunstancias económicas y criterios de eficiencia no era viable crear un nuevo cargo para que le fuera asignado, menos aun cuando su solicitud refería el municipio de Soacha”.
Estas fueron las razones de la más alta instancia judicial:
– “No ostenta la calidad de servidora de carrera judicial, y por lo tanto no puede ser objeto de traslado”.
– “Debe demostrar una calificación en servicios igual o superior a 80 puntos, los cuales no puede tener pues no es servidora de carrera judicial”.
– “No presentó su solicitud dentro de los cinco primeros días hábiles del mes y tampoco verificó las vacantes disponibles”.
– “Que su petición era genérica y no indicaba el despacho judicial de su interés”.
– “Que la única opción posible era suministrar copia de su hoja de vida para intentar su ubicación laboral cuando se presente un cargo vacante”.