Durante los siete años de gobierno de Uribe la Seguridad Democrática logró disminuir de manera significativa a las Farc, a punta de bombardeos y operaciones por tierra y ríos.
Fueron muchos los dados de baja por parte de las Fuerzas Militares ejemplo de ellos fue Raúl Reyes y el Negro Acacio y muchos otros guerrilleros de base. Las deserciones empezaron a aumentar y se dieron liberaciones exitosas como la de Ingrid Betancourt y los tres contratistas norteamericanos que estuvieron secuestrados casi por siete años.
Estos hechos daban cuenta de que las Fuerzas Militares se hacían cada vez más fuertes y contundentes, sin embargo ante esta ofensiva el Mono Jojoy, comandante del Bloque Oriental y cabeza militar de las Farc no pensaba quedarse quieto y buscaba responder ‘como fuera’ a tantos bombardeos y golpes recibidos.
Es por eso que desde montañas colombianas, donde permanecía protegido por varios anillos de seguridad, diseñó un plan con el objetivo de matar a Álvaro Uribe, el camino era envenenarlo.
El plan empezó a forjarse en el 2009 y el escogido para llevar a cabo la acción fue Sergio Marín un guerrillero del mismo Bloque, quien fue designado para encabezar “un comando con la única y exclusiva misión de eliminar físicamente al paramilitar de la Casa de Nariño con el personal que sea necesario y demás medios”.
Jojoy también compartió su plan con Carlos Antonio Losada, uno de sus subalternos más apreciados dentro del Bloque Oriental.
El Ejército pudo conocer de este plan gracias a los correos que hallaron en un computador que sobrevivió al bombardeo del 23 de septiembre de 2010 en el que el comandante de las Farc murió.
Sergio Marín fue uno de los tres guerrilleros escogidos para infiltrarse en el círculo de confianza del Presidente Uribe. Logrando este primer paso tuvo el veneno listo para colocárselo en la en la comida no obstante, no lo pudo hacer.
Como no se pudo consumir el plan del envenenamiento a Uribe inició la operación de un plan B.
Luego de que Álvaro Uribe decidió quedarse en el país tras finalizar su periodo presidencial y de que empezó a cimentar el partido Centro Democrático, ya alejado de su sucesor Juan Manuel Santos a quien le ayudó a llegar al poder, con aras de garantizar su seguridad en Bogotá, el gobierno le organizó la vivienda en el Centro de Estudios Superiores de la Policia –Cespo- , en la zona de Suba.
En ese entonces las Farc, también tenían una idea para matar a Uribe, la estrategia liderada por Jojoy, proponía ingresar a las instalaciones de Cespo en la localidad de Suba. Para eso contaban con un aliado: el narcotraficante Daniel, el Loco Barrera.
Asesinar a Álvaro Uribe costaba USD$32 millones de los cuales la guerrilla estaba dispuesto a aportar USD $ 3 millones, así lo confirmó el correo de octubre del 2009 obtenido del computador de Jojoy.
«El 12 de octubre de 2009 el Mono Jojoy le escribió a Tirofijo para contarle acerca de una propuesta que les realizó el capo Daniel ‘el Loco’ Barrera.“Traficante Barrera el “Loco” nos informa y pregunta a través de correo por medio de Gentil comandante del 7 Frente que está planeando dar de baja a Uribe, le vale 32 millones de dólares, que en cuanto le podemos ayudar. Respondí a través del mismo que con 3 millones de dólares, pensando que la conseguimos con ellos mismos”.