El sello de corrupción del Ñoño Elias en Fonade

El sello de corrupción del Ñoño Elias en Fonade

Dentro de la segunda fase de  la Operación Mermelada Tóxica, fueron capturados e imputados tres funcionarios de Fonade, dos contratistas y dos líderes del grupo político de Musa Besaile.

También la Fiscalía compulsó copias a la Corte Suprema para que investigue al exsenador Besaile y al ex representante Eduardo José ‘Joche’ Tous.

El caso tiene que ver con una convocatoria privada hecha por Fonade, el 2 de marzo del 2017, para hacer una interventoría a los contratos de diseño y construcción de la segunda fase de los proyectos de Vivienda de Interés Prioritario (VIP) del programa de vivienda gratuita del Gobierno Santos.

Esta fase del proyecto se está llevando a cabo en los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Tolima, Santander, Norte de Santander, Caldas, Antioquia, Quindío y Huila.

Al ser una convocatoria privada (un tipo de contratación que Fonade puede hacer), el director de la entidad podía invitar a las empresas que quisiera para que ejecutaran el contrato de interventoría.

Las tres empresas convocadas fueron: Técnicas Territoriales y Urbanas SL Sucursal Colombia (TTU), KHB Ingeniería S.A.S. y Tecnologías y Consultorías Ambientales y de Gestión S.A.S. Esto según un  informe del medio digital  La Silla Caribe.

Esta última decidió unirse con otras dos empresas -Grupo Orión S.A.S e Isoam S.A.S.- para formar un consorcio llamado Consorcio Interviviendas. Finalmente, las únicas propuestas que llegaron a las oficinas de Fonade fueron la de este consorcio y la de TTU.

Según la Fiscalía, dos personas cercanas al entonces senador Musa Besaile, Richard Kamal Náder Ordosgoitia y Ronald Ruiz de León, se habrían puesto en contacto con los miembros del consorcio y les habrían informado que el 25 por ciento del valor se lo tenían que dar a “los senadores” y que el diez por ciento iría para “el director de la torre negra” que, de acuerdo a la Fiscalía, se refiere a Fonade.

Para hacer que el contrato fuera adjudicado a Interviviendas, Richard Náder, los miembros del Consorcio Interviviendas y los funcionarios de Fonade Jorge Iván Henao Ordóñez, Jorge Eliécer Córdoba Quintero y Antonio María Sánchez Lozano habrían cometido dos delitos.

La primera sería que, como el consorcio no cumplía con los requisitos requeridos, habrían falsificado los documentos que certificaban su idoneidad y su experiencia en el tema. Para esto, fue clave que Náder pudiera tener contacto con los funcionarios de Fonade que le dijeron cuáles habrían sido las fallas en los documentos que radicó Interviviendas. Eso según la Fiscalía.

Así, se le habrían ofrecido 200 millones de pesos a Marcela Alies Fuente, representante legal de Tecniconsultas, una de las empresas que componen el consorcio, para que aportara la experiencia exigida. De estos 200 millones, a Alies ya le habrían pagado 50, de acuerdo a la revelación del ente acusador.

El segundo delito sería que los miembros del Consorcio Interviviendas habrían contactado a representantes de la otra empresa que envió una propuesta, TTU, y habrían acordado un pago de 200 millones de pesos para que TTU presentara una propuesta inviable.

A comienzos de abril del año pasado pasado, el Comité Evaluador de Fonade recomendó declarar fallido el proceso.

Sin embargo, esto finalmente no pasó gracias a la intervención de unos funcionarios de Fonade, a los cuales se les habría ofrecido una coima, y a la del representante Eduardo José Tous.

Finalmente, el 25 de abril se obtuvo el concepto favorable de que el contrato sería adjudicado al Consorcio Interviviendas y, al día siguiente, se les habría pagado, a los funcionarios de Fonade implicados, las coimas por sus ayuditas.

El contrato se firmó el 8 de mayo del 2017 entre Fonade y el Consorcio Interviviendas por un valor de 6.612 millones de pesos.

Días después, la Fiscalía encontró que Marcela Alies, representante legal del consorcio, le habría hecho varios pagos a Amaury Segundo García de la Espriella, representante legal del Grupo Orion, una de las empresas que compone este consorcio. García de la Espriella, a su vez, le habría pagado a los intermediarios del senador Besaile, Richard Náder y Ronald Ruiz.

Según la Fiscalía, los senadores implicados (en este punto, aunque la investigación sólo nombra a Musa Besaile, se habla de más senadores), habrían recibido un total de 4.153 millones de pesos y sus aliados Richard Náder y Ronald Ruiz habrían recibido 60 millones y 36 millones pesos, respectivamente.

Del mismo modo, los funcionarios del área jurídica de Fonade habrían recibido 15 millones cada uno y al equipo evaluador se les habría prometido un total de 200 millones que serían pagados durante la ejecución del contrato.

Por estos hechos, fueron capturados e imputados por diferentes delitos los funcionarios de Fonade Felipe Rodríguez Mariano, Jorge Eliécer Córdoba Quintero y Antonio María Sánchez Lozano; los contratistas Amaury García De La Espriella y Juan Felipe Morales Tabares; y los particulares Richard Náder y Ronald Ruiz.

La semana pasada, todos estos implicados, salvo Felipe Rodríguez, aceptaron los cargos que les fueron imputados.

La Fiscalía también le compulsó copias a la Corte Suprema para que investigue al exsenador Musa Besaile y al ex-representante Eduardo José Tous.

El sello de corrupción del Ñoño Elias en Fonade

La primera, y más evidente, conexión entre este segundo caso de “mermelada tóxica” y el exsenador Elías es que su fórmula en el Congreso, el representante de La U Joche Tous, es uno de los involucrados.

Más allá de ser compañeros en el Congreso, Joche es uno de los mejores amigos del Ñoño y, de hecho, está casado con una prima suya.

La cercanía entre ambos es tal que Joche se lanzó este año al Senado con el objetivo de reemplazar la curul que dejó el Ñoño cuando fue capturado. Se quemó con 46.745 votos, casi 100 mil votos menos de lo que sacó el Ñoño en 2014.

Otro de los vínculos del exsenador Elías con el caso es que, en el momento en que se firmó el contrato entre Fonade y el Consorcio Interviviendas, el gerente de la entidad era el abogado y exalcalde de Corozal, Sucre, Ariel Aduén.

 Aduén entró a dirigir Fonade en el 2016 tras la salida del antiguo director Alfredo Bula Dumar, también cercano al Ñoño Elías.

El vínculo entre Aduén y el condenado exsenador de La U es vía el exgobernador sucreño Éric Morris (condenado por parapolítica), suegro del Ñoño, quien dirige un movimiento propio en Sucre y es cercano a Aduén desde hace muchos años.

El control de Fonade es clave en el reparto de la mermelada, pues allí se tramitan proyectos regionales por alrededor de 1 billón de pesos anuales. La plata no la pone esta entidad, sino los ministerios con quienes la empresa pública hace convenios y ésta a su vez se encarga de gerenciar y estructurar esas iniciativas y de asesorar a los entes territoriales para que presenten sus obras.

Por ejemplo, a través de Fonade, el Ñoño apoyó el alcalde de Sahagún, Carlos Elías, para que le aprobaran un convenio a ese municipio con Fonade por 52 mil millones de pesos para varias obras.

El tercer nexo que pudimos encontrar entre este caso y el Ñoño es la empresa española TTU, el segundo aspirante a la convocatoria de Fonade que, según las investigaciones de la Fiscalía, presentó una propuesta inviable luego de recibir 200 millones de pesos del Consorcio Interviviendas en coordinación con Richard Náder y Ronald Ruiz.

Técnicas Territoriales y Urbanas (TTU) aparece envuelta en medio del escándalo de Odebrecht por ser, presuntamente, como contó El Espectador una de las empresas que habría contactado el abogado y uno de los principales alfiles de la Ñoñomanía en ese momento, Gabriel Dumar Lora, para simularan contratos que justificaran el pago de coimas ilegales.

Dumar era tan cercano al Ñoño que en dos ocasiones sonó para ser su candidato a la Gobernación y estuvo a punto de llegar a la gerencia nacional de Fonade postulado por el grupo de ese Senador.

Actualmente, Dumar enfrenta un juicio por su presunta participación en el escándalo de coimas que entregó la multinacional Odebrecht en Colombia a cambio de recibir contratos.

La cuarta conexión entre la Ñoñomanía y este caso de mermelada en Fonade es el asesor de contratación de gerencia de Fonade, Jorge Iván Henao Ospina, quien es conocido por ser la mano derecha del Ñoño Elías.

La Fiscalía nombra a Henao por ser uno de los funcionarios de Fonade que le contó, por debajo de la mesa, a Richard Náder y a Ronald Ruiz las fallas que tenía la propuesta del Consorcio Interviviendas para que, más tarde, sus miembros pudieran falsificar los documentos que demostraban su idoneidad para ejecutar el contrato.

Antes de llegar a Fonade en 2015, Henao fue por siete años secretario de Obras Públicas de Sahagún. En esos siete años, los alcaldes fueron Ghassan Náder y Carlos Elías, ambos del grupo político que dirige el Ñoño, aunque Ghassan también tiene un movimiento propio.

Más allá de eso, Henao es conocido por ser la mano derecha del Ñoño.

«Jorge Iván es el que le cuenta todo al Ñoño. Él no hace nada sin que el Ñoño lo sepa. Si en algo está Henao, ponle la firma que ahí está el Ñoño”, nos aseguró un constructor de Sahagún que ha trabajado con los grupos del Ñoño y los Besaile.

De hecho, tras la salida de Alfredo Bula Dumar (primo de Gabriel Dumar y exiliado de Musa Besaile y el Ñoño Elías) de la gerencia de Fonade, Henao estuvo en la terna junto con Dumar y Aduén, para reemplazarlo.

A diferencia de los otros funcionarios de Fonade, Henao no fue capturado el pasado 19 de julio y no se le ha imputado delito alguno.

Sin embargo, según el portal la Silla Caribe la Fiscalía  emitió una orden de captura en su contra mientras que  Henao se encuentra, actualmente, prófugo.

Como se sabe el Fondo Nacional de Desarrollo (Fonade) es una de las entidades a través de las cuales tradicionalmente se reparte la conocida mermelada; es decir, los cupos indicativos para invertir en región cuyo destino es decidido informalmente por los congresistas.

Al respecto, la Fiscalía reveló hace poco que está investigando la mermelada que tuvo en Fonade el otrora poderoso exsenador de La U de Córdoba, Musa Besaile, quien según el ente acusador recibió una coima de cuatro mil millones de pesos por haber gestionado un contrato de 16.612 millones de pesos.

El fiscal general Néstor Humberto Martínez, sin embargo, no mencionó en el caso a uno de los grandes aliados que tuvo Musa en los últimos cuatro años: el también exsenador cordobés de La U, Bernardo ‘el Ñoño’ Elías.

Musa y el Ñoño son los llamados “Ñoños” y hoy ambos se encuentran detenidos: Musa por confesar haber pagado dos mil millones de pesos para desviar una investigación por parapolítica y el Ñoño está condenado dentro del escándalo de Odebrecht.

Lo anterior denotaría el sello de la Ñoñomanía, como se llama el movimiento del Ñoño Elías, en el caso en el que, hasta ahora, no había sido nombrado directamente.

La conclusión es que así no toque directamente al Ñoño Elías, con esta segunda investigación sobre cupos indicativos, el Fiscal le pega al corazón de la estructura política que controló por varios años una de las principales entidades de la mermelada.

Un nuevo golpe para los ya golpeados clanes de los otrora superpoderosos Musa Besaile y Ñoño Elías.