«No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia» expresó el papa Francisco en el palacio presidencial de La Moneda, en Chile, acto seguido manifestó, «sé que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas al mismo tiempo que debemos empeñarnos para que no se vuelva a repetir».
El Papa rechaza de manera contundente los actos ‘irresponsables’ y ‘deplorables’ realizados por sacerdotes de la iglesia católica en el país de Chile, donde 80 curas son acusados por los delitos de abuso sexual a menores de edad durante 15 años.
Lo expresado por el sumo pontífice en la sede del Ejecutivo fue aplaudido por cerca de 700 personas reunidas en el lugar.
Tras la llegada del papa se ha desencadenado una serie de críticas pues se ha revivido el caso de los 80 sacerdotes que fueron acusados de abusar menores de edad desde el año 2000, a demás los laicos de la diócesis de Osorno, en el sur de Chile están pidiendo desde hace ya varios meses la desvinculación del obispo chileno Juan Barros, nombrado por el pontífice argentino, por encubrir casos de abusos sexuales por parte del sacerdote Fernando Karadima.
Cabe resaltar que en febrero de 2011 Karadima fue encontrado responsable por el vaticano de cometer abuso sexual y por ende condenado a una vida de oración y penitencia.