El pasado fin de semana dio inicio la Premier League escocesa, donde actualmente milita y es figura el delantero cordobés Alfredo Morelos. Luego de que se jugara la primera jornada, la atención no se la llevó Steven Gerrard, técnico del Rangers, ni el Celtic (actual campeón del torneo), sino un jugador que porta un brazalete electrónico en su tobillo izquierdo.
Se trata de Paul MacGowan, futbolista del Dundee F.C., quien fue el foco de atención en el encuentro que su equipo perdió 2-1 ante St. Mirren el pasado sábado 4 de agosto, por portar una tobillera electrónica por encontrarse en libertad condicional.
Se conoció que el episodio por el cual lleva el dispositivo se dio el pasado mes de julio cuando el futbolista se vio involucrado en un altercado con un guardia de seguridad de un club nocturno.
Pese a que la imagen del jugador disputando el partido con el brazalete ha dado la vuelta al mundo y que ha quedado como una de las imágenes de la recién iniciada temporada futbolística en Escocia, en el país británico no es una sorpresa. Pues Paul es un viejo conocido por la justicia de Escocia, ya que fuera del campo ha tenido varios problemas.
Cabe señalar que desde el año 2010 hasta la fecha, MacGowan ha tenido al menos cinco arrestos por diferentes motivos. El primero fue el 8 de marzo de 2010 cuando estrenó su cartilla de antecedentes tras ser condenado con una multa 200 libras por asalto y desorden público. Tres años después, es decir el 5 de abril de 2013 amplió su historial delictivo con una nueva multa, en ese entonces tuvo que pagar 1.600 libras por comportamiento amenazante y abusivo.
En diciembre de ese mismo año, exactamente el 16, tras un altercado con un policía fue acusado de asalto policial y condenado a 130 horas de trabajos a la comunidad. Dos años más tarde, el 19 de marzo de 2015, al jugador llegó el cuarto problema con la justicia, nuevamente por una disputa con las fuerzas del orden público le supuso una condena de 16 semanas en libertad condicional.
Sin embargo, parece que ninguna de las anteriores ha hecho efecto para que el futbolista escocés de 30 años cambie. Ahora, tras una nueva condena deberá de portar el dispositivo electrónico durante dos meses por todos los campos de Escocia, siempre y cuando pueda disputar los encuentros, porque el jugador, además de llevar la tobillera, debe estar en casa antes de las 7:00 de la noche con supervisión durante un año.
Por tanto, podrá jugar siempre y cuando los partidos no interfieran con el horario del arresto domiciliario establecido, lo que de esta forma, Paul McGowan vivirá el fútbol como su particular libertad condicional.