El ñame, ese tubérculo que se utiliza en la costa para preparar los motes, los sancochos o para comer cocido con queso y suero, es ahora la materia prima para la fabricación de nuggets, esas sofisticadas pepiptas de pollo, cubiertas de pan rallado.
La idea fue de la ingeniería de Alimentos de la Universidad de Córdoba, María Alejandra Romero Martínez, quien logró realizar la transformación del ñame del genotipo pico de botella, en nuggets apto para el consumo humano, como parte de un proyecto de investigación.
El proceso se desarrolló a través de la deshidratación osmótica como pretratamiento al proceso de fritura, lo cual es una alternativa de aprovechamiento industrial, buscando así que los consumidores tengan acceso a un producto de calidad, de excelentes características en cuanto al sabor, olor, textura y aspecto visual, con un menor contenido de grasa que el habitual y que además tenga buena aceptabilidad entre los consumidores.
Aunque el producto no se consigue en los supermercado como los tradicionales nuggets de pollo, se convierte en una excelente alternativa para los amantes de la gastronomía criolla y más aún en una región donde el cultivo del ñame en términos de agronegocios constituye una actividad generadora de empleo, cuyas cifras anuales en el mundo alcanzan significativos valores, más cuando se aprovecha la sobre oferta del producto en la región, que al ser transformado se convierte en una opción vegetariana, saludable y que son alimentos de origen natural que le hacen bien a la salud de las personas, así lo dio a conocer la ingeniería Romero Martínez.