Las procesiones de Ciénaga de Oro reviven la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Son 120 imágenes sobre unas plataformas de madera que han hecho de la Semana Santa en ese lugar, una de las más tradicionales del país.
Silvio Burgos, coordinador de la celebración, destacó que esta fiesta que tiene 200 años y que fue incluida en la Lista Nacional de Patrimonio. Este año, al igual que en los anteriores, se vive con fe y devoción para rememorar lo que Jesús vivió en la tierra.
Las procesiones
Dentro de las más tradicionales está la que se realizó en la noche del Jueves Santo, denominada la Procesión de los Judíos que lleva la imagen de Jesús de Nazareno.
Con música sacra y la reverencia propia de los cargadores, pasean por todo el municipio las imágenes de la Cruz de Caravaca, El Señor de la Pasión, La Muerte, La Cena, El Paraíso, La Coronación, La Columna, El Caído y Santa Verónica, La Sentencia, La Consolación y el Paso de los Judíos.
Este viernes será la procesión del entierro de Cristo que, además, incluye los pasos del Calvario, Los ladrones, El descendimiento, La Piedad, Las Insignias, Los Sayones y el Santo Sepulcro.
La música es fúnebre. El recogimiento es total. Un paso hacia adelante y dos hacia atrás hacen el recorrido eterno, pero ese es justo el sentido del sacrificio.
Los penitentes se arrastran por el tibio pavimento hasta lacerar sus cuerpos. Ellos consideran que esa es la mejor forma de expiar sus culpas o de agradecer los favores recibidos.
El Sábado Santo se realiza la procesión de la Soledad, la cual empieza a la una de la madrugada y lleva como imagen principal a la Virgen Dolorosa. Cada momento del recorrido refleja el dolor de una madre que ha visto morir a su único hijo.
A las seis de la tarde del domingo finaliza la tradicional celebración de la Semana Santa con la procesión del Resucitado. La alegría invade de nuevo a los habitantes y a los turistas que viven con devoción esta tradicional Semana Santa.