Diana Esquivel Covo y Boris Maolin Moreno Arguello, viven en carne propia el significado del refrán popular que reza “en casa de herrero cuchillo de palo”, y es que de nada les ha servido trabajar durante varios años en el área de servicios generales de la EPS-I Manexka, hacer parte de la nómina de empleados y estar afiliados a la misma para recibir oportunamente los servicios de atención especializada y entrega de medicamentos tras sufrir en distintos casos accidentes que en estos momentos los mantienen convalecientes.
Relata doña Diana que hace siete años y cinco meses se dedica con amor y dedicación a prestar sus servicios en el área de servicios generales de la EPS eso le ha permitido lidiar con los diferentes estados de ánimos de todos los funcionarios y usuarios, y desde su humildad también le ha permitido servirle a muchos. No obstante con un dejo de nostalgia admite que nunca imaginó sentirse abandonada por el sistema de salud que siempre ha defendido, pues como la mayoría de los colombianos ella ahora se queja porque luego de sufrir un accidente laboral que le dejó una fisura profunda en una de sus muñecas, no ha conseguido que la atiendan.
“Manexka era lo mejor que teníamos como indígenas y en mi caso también como empleada pero con esa intervención nos han perjudicado a todos resulta que ahora el nuevo gerente liquidador ni siquiera está al día con los aportes a salud y por eso no me atienden. Ya llevo varios días con esa mano y la muñeca doliéndome, no puedo agarrar o sostener nada y ni siquiera un calmante he podido recibir”,
Afirma doña Diana que antes de la intervención todos los afiliados disfrutaban de una buena atención y prestación de servicios médicos, hospitalarios y de salud en contraste a lo que ahora viven “lo que hizo el Gobierno y la Superintendencia fue vulnerar el derecho que se supone defiende, aquí lo están haciendo es violarnos el derecho a la salud y a la misma vida”.
Por su parte, el señor Boris Maolin Moreno Arguello refiere que sufrió un accidente un tanto particular pues se resbaló dentro del baño y se fracturó el ángulo inferior de escapula izquierda, hace aproximadamente 15 días en los que afirma estar viviendo un verdadero calvario, “me fracturé lo que uno coloquialmente le llama “la paleta”, me caí en un baño y me golpeé con la tasa, desde allí he vivido sumido en el dolor, y sin recibir atención médica. Requiero de una cirugía y de atención con fisioterapeutas, pro resulta que después de la intervención a Manexka el gerente que asignó la Supersalud no ha pagado los aportes y por eso no me atienden, no me han dado siquiera un calmante y esto ha desmejorado mi salud, de noche no duermo por los fuertes dolores».
Y concluyó, «en mi caso es peor la situación porque aparte también soy trabajador de Manexka y tampoco nos han pagado nuestros sueldos después la tal intervención”. En ambos casos los trabajadores y afiliados coinciden que lo peor que le pasó al pueblo Zenú fue la intervención de sus EPS-I Manexca.
Por su parte, Saúl Lucas, gerente de la EPS- I, Señaló que efectivamente sí se está viviendo una crisis con los pacientes después de la intervención de la Super y manifestó que el Gobierno Nacional les ha vulnerado sus derechos a los indígenas.